CAP 15 ~ El Sol

Juega en la misma liga que la libertad, no te das cuenta que está hasta que lo perdés, y en los dos casos de encierro pasó lo mismo: las horas de Sol se redujeron tanto que cada minuto pasó a tener importancia, he aquí otra similitud idéntica.

            La misma palabra encierro esconde la idea de la pérdida de luz o Sol. Estas encerrado, no estás libre, techo y no patio, claustro.

            La primera cárcel que fui era de máxima seguridad, así que te mantenían adentro casi todo el tiempo, te movías entre los pabellones por túneles, incluso desde el juzgado llegás (cuando sos condenado) por un túnel que conecta.

Es decir que vas desde el banquillo de los acusados, que ya de por sí es una pecera, todo encerrado con vidrio, a una puerta que te lleva a un túnel de unas dos o tres cuadras y ya estás en la prisión.

            Igual no se imaginen túneles de tierra. Son túneles de calidad, estilo bunkers de bases militares.

            En esa cárcel, HMP Belmarsh, solo salís al patio media hora por día, y es tan segura que el patio es una jaula de reja con cables de acero que cruzan el techo, como para que no puedas escapar en helicóptero. Es de máxima seguridad y van los peores de los peores.

            Una anécdota al margen es que un sábado a la tarde estaba viendo una de las de James Bonds viejas y al villano lo mandan preso justamente ahí a donde yo estaba viendo la peli, Belmarsh. Me puse en willy.

En conclusión en esa cárcel pasás a ser un gusano, y cuando te da el Sol, esos pocos minutos por día, te quema, porque perdiste la costumbre. También se puede decir que sos un topito.

Pasando a GH, cruzando el mar a Argentina, ahí teníamos libertad para salir al patio cuando queríamos, hasta teníamos pileta climatizada y gimnasio. Pero por la ubicación y orientación de la casa, el Sol solo daba algunos minutos, capaz una horas.

Encima no daba en todo el patio, sino que daba contra un borde, contra la puerta de entrada para ser preciso. No entrada a la casa, sino que entrada al estudio, por donde aparecés cuando empieza el programa.

Lo que se hacía era ponerse como lagartija contra ese borde para aprovechar esos pocos rayos por día, y si justo en ese horario estabas haciendo otra cosa, bueno te lo perdías, al igual que en la cárcel: a esperar al otro día para verlo.

Así podían varios días sin salir, cuando volvías a tomar sol, también en GH te quemaba, la piel lo sentía muy rápido, y ahí te dabas cuenta de lo hurón que te habías vuelto.

En la segunda cárcel fue diferente, como era categoría C, o sea un paso menos que la más tranquila, tenías un poco más de Sol y Libertad. En principio ibas al laburo caminando por una calle entre los pabellones. Sólo con eso tenías cuatro caminatas por día, turno mañana y turno tarde, ida y vuelta.

Era una calle interna de la cárcel, pero tenía cordón y vereda y canteros, era casi real. Faltaban perros y bicis.

Además la cancha de fútbol no era techada como en Belmarsh, entonces una vez por semana te jugabas un fútbol al aire libre, con el detalle que de fondo se venían las praderas y colinas, porque al ser altas superaban la altura del muro de la cárcel.

Era muy raro ver las praderas o el afuera, habitualmente no ves nada por las clásicas paredes altas de la cárcel, pero en este caso justo el paisaje subía atrás de la cancha de fútbol.

Además el pabellón tenía un mini patio con máquinas para ejercicios, ese lugar estaba siempre abierto, así que, durante las dos horas diarias de puertas abiertas de las celdas, podías ir.

Antes de cerrar el capítulo, surge una coincidencia que no es precisamente de este tema del Sol pero se acerca (o aleja): en los dos casos entrás por un túnel. Es más, se podría comparar al presentador del programa con el juez y a los productores que te acompaña por el túnel hasta la casa con la policía que te escolta por el túnel desde el juzgado a la cárcel.

En conclusión uno nace con el Sol y siempre está ahí, no abandona nunca la parada, pero no importa, porque como todo lo que está no importa, lo que importa es lo que no está, y ahí encerrados pasa a importar el que ha sido Dios de imperios, el amigo Sol.