CAP 12 ~ Formas de Entretenimiento
En ambos lugares tenés la libertad
limitada, así que imaginate las
formas de entretenimiento, más aun. Pero ahí es cuando aparece la creatividad, o cuando se vuelve a viejos juegos que uno en
la vida cotidiana ya no juega.
Los juegos permitidos en HMP son
muchos más que en GH: siempre dentro
de determinado horario,
y no todos a la vez,
tenés ping pong, pool, ajedrez, domino, biblioteca, juegos de mesa y hasta algunos presos tienen Play
Station 2. Además si te portas bien
en la celda tenés televisión con 10 canales.
Bastante completo el menú, sacado
de contexto parece un lugar para vacacionar.
En
GH permitidos tenés de vez en cuando algún instrumento, o las misiones de la semana,
la pileta, de vez en cuando una
pelota, que yo me encargué de patearla afuera de la casa, dos veces, ya no volvió.
El menú es más acotado
entonces hay mucha charla y
también aparece la creatividad.
Creatividad y vuelta a la infancia,
como por ejemplo una vez armamos un bowling con todos los shampoos de la casa y
tirábamos con los jabones como si fuesen la bola. Estaba bueno porque era en un pasillo espejado
100% entonces se veía copado, y como no importa si se rompe tirábamos el jabón bien fuerte para que estalle.
Eso nos entretuvo toda una noche.
También convertís tareas diarias en
entretenimiento, como una vez que había que limpiar la mesa giratoria, entonces nos
parábamos arriba y la barríamos mientras uno nos hacía girar.
Cualquier idea mínima, por más que
parezca boluda, logra romper
la monotonía del encierro, y eso hace efecto rebote
y transforma esa boludez en algo divertido. Así se retroalimenta, terminamos haciendo una casa con almohadones y sábanas
como cuando éramos chiquitos.
Párrafo aparte para incluir la entretenida tarea de dormir. En mi caso al menos, me gusta dormir, lo veo hasta divertido y sin dudas placentero. Además cuando uno se entretiene pasa el tiempo volando, o sea que aplica a dormir. Cada uno tiene su posición al respecto mañana.
En HMP había que trabajar o estudiar a la mañana.
Era
En
ambos lugares el divertido dormir era interrumpido, no existía esa libertad de
dormir sin alarma, un placer faraónico.
En GH te despertaban tipo 10/11 para
la transmisión de la casa en vivo por
un programa de TV. Entonces no daba para
transmitir a todos los fiambres durmiendo. Así que te despertaban, pero era de una forma violenta: música a TODO VOLUMEN.
Yo
lo vivía como un castigo.
Una vez me quejé diciendo que las células del odio no se
regeneraban, que estoy perdiendo
capacidad, y de yapa le soplaba el micrófono para que sufra un poco el operador.
Así renegué unos cuantos días hasta
que no sé cómo me avivé y empecé a hacer
tapones de oído con papel higiénico o servilletas, así dejé de padecer esa tortura china cada
muy parecido a ir a la escuela, te despertaban siete y
algo los guardias abriendo las
puertas. Si pasaba un rato y no salías te decían que salgas, y si no salías te “amenazaban” y te ibas a una celda
básica, además te quedaba antecedente y seguramente ibas a tener complicaciones con pedidos futuros de libertad condicional.
En
los dos lugares se preocupaban mucho por despertarte, por lo visto el humano se vuelve
perezoso, o tiene
tendencia a volverse vagoneta en contextos de encierro. Un descubrimiento.
Como
dije recién, el trabajo en la cárcel era muy parecido
a ir a la escuela, entonces incluía una gran parte de entretenimiento, como la escuela. Y lo que me viene a la mente y no puedo dejar de contar es que nos
reíamos diciéndole al guardia que tenía migas en la panza.
Es que no era oficial carcelario, era
como un ex preso que ahora laburaba
de guardia, pero ya estaba medio viejo y le
habíamos perdido el respeto, entonces
nos divertíamos tirándole
comentarios estilo bolazo. Igual siempre manteniendo la ubicación porque si no todo
mal. Así que le decíamos “George
you have crumbs in your belly” y nos divertíamos, con tan poco, como
en la escuela.
Nos
sentábamos en las mesas alargadas y era esperar
a ver quién decía la primera estupidez
de la mañana, o jugábamos a las cartas. También salían
escapadas secretas a fumar porro al
baño. El guardia hacía la vista gorda, porque el baño era todo vidriado, o sea que se podía ver desde
afuera, no todo, por supuesto, pero yo intuyo que
sabía perfectamente lo que estábamos haciendo ahí.
Ya hablé bastante del protagonismo
del tabaco, y acá hablaré un poco
más. Es que el tabaco es compañero y es entretenimiento. Me recuerda a una cita de Conrad
del Corazón de las tinieblas
en la que dice cómo los marineros
aprecian el
tabaco en los
viajes largos.
Tanto en GH como en HMP existía ese momento divertido en que los fumadores se paran y
se van afuera o al baño a fumar y charlar.
Ahora que ya no fumo no sé qué hubiese
sido de mí en
esos momentos.
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