CAP 5 ~ Trabajos Obligatorios

  

En los dos lugares había trabajos obligatorios. ¿A qué me refiero con obligatorios? A que si no los hacías tenías un castigo. Lo bueno es que si los hacías, en los dos casos, se traducía en más y mejor comida, e incluso algún lujito.

 

En GH los trabajos eran las pruebas semanales. Consistía en hacer diferentes desafíos, ya sea una coreografía o atender un teléfono cada vez que sonaba, eran siempre pavadas que no generaban PBI pero entretienen al público y te mantienen entretenido adentro.

 

Esas pruebas-trabajos duraban un día por semana, pero además estaba el trabajo de entretener todos los días a los televidentes. Algunos de mis compañeros no se preocupaban por entretener, hacían el estilo planta, o plancha, o sea nada.

 

Tal vez yo por ser ex estudiante audiovisual sabía de qué se trataba el show entonces mi cabeza no dejaba de trabajar pensando como entretener y luego entreteniendo.

Entonces como verán rascársela en la casa de GH es un trabajo, y por eso te pagan. Es difícil decir un número exacto, pero alrededor de 150 dólares por semana. Eso sumado a que no gastas en nada porque estas encerrado, así que es plata limpia.

 

El pago es por semana porque cada semana entran o salen participantes, entonces es un buen denominador común para medir el tiempo de paga.

 

Pero como estás encerrado no lo cobrás semanalmente, sino que se va acumulando a medida que pasan las semanas y cuando salís te hacen la liquidación y te pagan cuando quieren con un cheque a cien mil días.

 

Lo que pasa es que la TV es austera y más aun en un país de tercer mundo donde los presupuestos son menores, por el simple hecho de que la plata vale menos, hay menor poder adquisitivo.

 

Entonces ¿por qué la TV sigue siendo glamorosa a

pesar de ser austera? Justamente porque es glamorosa, entonces muchísima gente quiere pertenecer a eso y así los sueldos bajan, porque: si no te sirve andate, hay otro esperando para hacer lo mismo que vos.

 

El beneficio es que la TV funciona como “vidriera” y uno se gana la vida con otra cosa relacionada: música, modelaje, actuación, lo que sea.

 

El ejemplo más bizarro es hacer presencias en fiestas: tenés que ir de fiesta a determinado boliche, encima se paga bien. Pero esto ya es post encierro, sólo lo cuento para que se entienda el salario durante el encierro, viene potenciado por la vidriera.

 

En la cárcel era más concreto, elegías entre un par de trabajos y tenías que ir todos los días de 8 a 12.30, volver a comer y después de 14 a 17.30.

 

En mi caso tuve dos trabajos diferentes, uno por cada prisión en la que me hospedé. Pero el modus operandi era el mismo: te despertaban 7.30 abriendo la puerta de la celda. En un ratito te tomabas un té o un cigarro o las dos y salías. Ahí controlaban a uno por uno para salir del pabellón.

 

En HMP Belmarsh después de salir del pabellón caminabas por unos pasillos como unas 3 cuadras hasta el salón. Te volvían a revisar para entrar, ya eran las 8am.

 

Era un salón grande y había mesas a lo largo. El trabajo consistía en poner sobrecitos de azúcar, té, whitener y cereales en una bolsita. Bien estilo trabajo esclavo, uno al lado del otro haciendo infinitas veces eso.

 

El té era tan malo que era casi polvo, por lo que siempre había ese polvo en el aire así que algunos trabajaban con barbijo, porque si no te quedaban mocos de té. Era todo muy estricto, acorde al nivel de criminales. Había que pedir permiso para ir al baño, a diferencia de la segunda prisión.

 

A los 12.30 volvías a tu pabellón para almorzar, por esos mismos pasillos que tenían ventanas que daban a jardines perfectos, con fuentes, todo perfecto, pero intocable.

 

Tipo 2pm tenías que volver a laburar, así que ahí se repetía el ciclo de la mañana. Y volvías tipo 5pm como para la cena que la daban a las 6pm. Era un poquito menos que esclavitud. Te pagaban 10 libras por semana, y eso te alcanzaba pata tabaco o algunas cosas que se ven en el capítulo de compras.

 

El pago se acreditaba directamente en tu saldo para gastar en la cantina. Cuando te llegaba la hoja para hacer tu pedido, en el margen superior aparecía tu saldo. A veces te llevabas alguna sorpresa favorable, nunca más que una libra pero en esa situación es valiosa, se la hace valer.

 

EL de armar las bolsitas de desayuno era un pésimo trabajo, pero a mí me había tocado porque acababa de caer preso y todavía no me habían asignado algún trabajo más digno o incluso educación. A hacer esas bolsitas de desayuno mandaban a los nuevos o a los renegados que no se adaptaban y no querían hacer otra cosa para progresar, estaban ensartados en eso.

 

En la segunda prisión el trabajo era más ameno, acorde a la categoría C (la anterior era categoría A). A mí me había tocado el sector de reciclaje, nos llegaban VHS viejos y nosotros los teníamos que desarmar y separar cada parte: metalcito con metalcito, resorte con resorte, plastiquito con plastiquito y así.

 

Nos pagaban fijo unas 11 libras por semana, pero como era fijo nadie trabajaba, total te pagaban igual. Así que la prisión cambió el método de pago: te pagaban por cada 50 VHS desarmados y reciclados.

 

Eso hizo que el ambiente cambie porque muchos se pusieron a trabajar en vez de estar “rancheando”. También apareció la codicia, pero eso ya es otra historia, al igual que las formas graciosas que se veía a algunos presos hacer para engañar al de seguridad con la cantidad de VHS.

 

            Además de ese mundo de cintas había otro tipo de trabajos, como carpintería, hacer ropa, mensajería, limpiar la cárcel, etc. También podías aprender oficios como construcción, manejar auto elevadores, etc. Lo dejo más claro en las fotos del capítulo.

 

Mi definición personal de trabajo es hacer algo que no te gusta a cambio de plata o un rédito.

 

                    Otra reflexión que no es mía, es de un compañero preso, que decía que el sistema carcelario de UK era un sistema de trabajo esclavo encubierto. Tenía parte de razón ya que los presos son obligados a trabajar por unas pocas libras a la semana, pero también habría que reflexionar por qué fueron a parar ahí, así que a no llorar, reflexionar menos y trabajar más compañeropreso.