CAP 7 ~ Desconocidos sin Historia
Esta en una coincidencia que no me
hubiese dado cuenta si no hubiese
escrito este libro. Es muy sorprendente que esta sea una coincidencia EXACTA:
en los dos lugares llegué
y conocí gente que no tenía ninguna relación conmigo, era un 100% de desconocidos, ni uno, ni el amigo de un amigo.
Ojo, en GH terminé comprobando que tenía uno o dos amigos en común con uno o dos de los
participantes, y para darles
protagonismo y hacerles un mimo los voy a nombrar. Pero primero voy a explicar el concepto.
Cuando uno viaja por el mundo y
conoce gente X, no tiene idea de dónde
vienen, y menos aun idea de si todo lo que te cuentan es verdad o están aprovechando a reinventar su vida con alguien que no puede
descubrirlos.
Supongo que es gente que no se quiere
como es y piensan en inventar un mundo para agradar o integrarse. O sea no son amigos
de sí mismos, por eso se ocultan
en mentiras.
El día que entre a GH, al igual que a
HMP, o sea, el minuto 0, me encontré
de golpe con una horda de desconocidos, todos juntos al mismo
tiempo, infinitas historias reales
de cada uno sumada a las infinitas mentiras que puedan decir.
Encima en los dos lugares uno esta
desconectado del mundo, entonces es
más difícil comprobar lo que dicen. Se convierte
en creer o reventar, los instintos y las intuiciones pasan a tener protagonismo estrella al momento de evaluar al otro, al desconocido y decidir con quién
ranchear.
Un mini ejemplo es uno de GH que me
decía que era twitero famoso,
estando aislado sin internet era imposible comprobarlo.
Si me tengo que referir a mí mismo,
el hecho de ser un desconocido me sirvió en la cárcel
más que en GH. Me sirvió
porque si hubiesen sabido que era un pibe de clase media viajando
por el mundo por diversión, se me hubiese
hecho más difícil
la estadía.
En cambio entré habiendo sido
condenado por GBH (daño grave corporal), o sea era un tipo peligroso, y nadie sabía que era la primer pelea de mi vida.
Además, al ser el único sudamericano,
el resto de los presos me apodaron
Tony Montana, porque ellos quieren vivir como en las películas, Scarface es su biblia, y de repente
aparecía un sudamericano como yo y ellos me querían a su lado porque soñaban
en tener un contacto de cocaína en Sudamérica como Al Pacino en la película.
No sé si la realidad copia a la ficción, o la ficción copia a la realidad pero los pibes eran igual que en las películas, bien gangsters. Entonces ellos sin saber que yo no vendía merca en mi vida normal, venían a charlar conmigo para planear contrabando cuando salgamos, entonces les seguía las charlas y usaba los clichés de las películas, las técnicas para contrabandear, y a ellos les encantaba.
Yo
decía “tenés que armar una empresa en Argentina que exporte algo, por ejemplo
lapiceras. A la tercera exportación mandas lapiceras llenas de falopa”.
Ellos me escuchaban como si fuese un decano del contrabando de drogas, me ganaba
un respeto extremo, y en realidad yo sólo estaba
contando lo que vi en películas o el noticiero: “operación manzanas blancas”, “carbón blanco” y todos esos clásicos.
En
GH fue al revés, no conté muchas
anécdotas de mi vida
porque me daba fiaca. Por las dudas me guardé
historias, para no aparentar ser
mentiroso o pesado. Es más, mi única mentira fue decir que era nudista,
pero fue una mentira mínima, ya que a los minutos me desnudé
enfrente de una cámara, así que se volvió nudista
verdadero.
En los dos lugares todos tratan de
demostrar status. Empezando por la
ropa, y llegando a todos los niveles. Como nadie
sabe de dónde viene el otro, todos se reinventan usando ropa buena.
En la cárcel inglesa si no tenés
buena ropa, o sea si usás la ropa que
te da la prisión, el resto de la gente cree que no tenés familia o que sos pobre. Y ser pobre es malo, todos se jactan
de supergangsters, pero esto lo profundizo en otro capÍtulo.
Al ser desconocidos sin historia,
durante ese encierro se crea una
especie de burbuja en el tiempo y te podés volver muy unido por lo intenso
de las experiencias del día a día, como que cada día representa un mes. Pero
después, en libertad las cosas vuelven
a su lugar, cada personaje se vuelve a parecer
más a lo que era en la realidad y no a esa construcción en el encierro
con desconocidos.
Entones las relaciones se ponen en su
lugar, es decir se purgan, y quedan
los que realmente compatibilizaban con uno
por fuera de esa burbuja de flores y estimulación extra. Todos esos planes que se hacen en el encierro, esos planes a realizar en conjunto también se revientan
con la burbuja. Por igual en GH y HMP.
No
puedo dejar afuera al zorzal criollo: Carlitos
Gardel, hago referencia a él por una de sus canciones que en el estribillo
dice “verás que todo es mentira, verás que nada es amor, que nada le importa yira yira…”: una vez una fan del programa
me la mandó haciendo referencia a situaciones entre los
participantes, no me lo olvido más porque es el zorzal y empalma justo con el capítulo.
Otro ejemplo de que la intensidad de
la experiencias vividas en estos cortos
plazos de tiempo
hace que las amistades se forjen más rápido, ese ATAJO: un día
que un compañero de celda, Femi, me jodió diciendo que uno de la tele, un rarito
viejo y de formas raras que viaja por
el mundo, era mi
hermano.
Me estaba bolaseando fino, y eso es ya de alguna forma un factor de amistad. Lo particular es que Femi era viejo y nigeriano de una tribu, ese no era su
estilo de humor, más bien era el
mío, pero él entendió todo y lo dijo.
Algo más que pasa cuando conocés
desconocidos sin historia es que completás
las partes que no sabés de ellos con
tu imaginación. No lo haces intencionalmente, es algo vegetativo del cerebro y simplemente
pasa y es así.
Entonces a medida que vas
conociéndolos un poco más (siempre
dentro del encierro, sin posibilidad de corroborar datos, por ej, ver redes sociales) te
enterás qué cosas no son como las
imaginaste, entonces te llevás sorpresas construidas de la nada, o sea basadas en cosas que sólo pasaron en tu cerebro.
En los dos lugares vas
descubriendo/creando a los personajes
en vivo y en directo. Se va moviendo, es una masa viva. Una continua
expansión del presente.
Para ejemplificar este efecto uso el caso de Tresh, un preso. Tresh me contó que hace dos años y medio se desvaneció en la cárcel y se despertó después de dos semanas y media de coma. En realidad no se acuerda, se lo contaron. Recuperó la memoria de a poco, al principio tenía cartas de sus hijos, pero no se podía acordar de ellos. Fue volviendo con el tiempo. Es por eso que no habla tan bien español como hablaba antes, el cerebro le jugó una mala pasada.
Ahora debería estar tomando
cuatro pastillas pero no las está tomando, ni se piensa operar ni
hacer nada hasta salir de la cárcel
en tres años. No es por la operación en sí, pero no se quiere operar
porque el post-operatorio en la cárcel
va a ser pésimo. Lo de no
tomar las pastillas en parte lo comparto, porque andá a saber qué mierda
te meten en el cuerpo
estos.
Bueno a lo que iba es que después de
esa historia empecé a ver como si instantáneamente su persona, su cuerpo y su personalidad se hubieran vuelto
frágil, y también lo veo más envejecido, o capaz es porque ese día no se había
afeitado, y la barba es
blanca. Pero es impresionante cómo cambio para
con mi percepción.
¿Los conocidos en común con
participantes de GH que iba nombrar?
Juani Vera y Bruno Sainz Michelli.
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